Los amigos son los que escuchan nuestras más maravillosas historias, disfrutan con ellas… se emocionan… las comparten. Si son alegres sonríen a carcajadas con ellas, si son tristes nos animan y hasta lloran con nosotros, o simplemente si son algo sencillo las escuchan con interés y paciencia.
Los amigos son los que nos acompañan cuando estamos aburridos o solos, son los que se acuerdan de darte un saludo y se preocupan porque estés bien.
Pero no creas que un amigo o amiga es aquella persona que hace todo lo que tú quieres, al que puedes mandar o amenazar… ¡no!. Los verdaderos amigos te corrigen con amor si estás equivocado, te ayudan a crecer y mejorar, por eso nunca te darán un mal consejo ni te apoyarán si quieres hacer una travesura; en cambio un buen amigo, o buena amiga, te hará caer en la cuenta del error y las consecuencias de esas acciones.
Tampoco permitirá que sólo estés con ella o con él, sino que te invitará a conocer nuevos amigos y comprenderá si un día no quieres jugar por estar con alguien más. Porque los buenos amigos siempre saben compartir.
Para ser amigos no se necesita ser iguales. Es precisamente compartir diferentes ideas, ser distintos, tener algunos gustos parecidos y otros no, que nos gusten juegos o programas de televisión diversos. Precisamente los verdaderos amigos o amigas son respetuosos de las diferencias y nos aceptan como somos.
Podemos decir entonces que la amistad nos permite vivir bien con los demás porque siempre tiene presente la vivencia de valores como: amor, respeto, sinceridad, solidaridad, ayuda, aceptación y tolerancia.
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