jueves, 14 de abril de 2011
♥Vivir es afrontar un problema tras otro. El modo como usted los encara establece la diferencia.♥
Todo problema tiene solución
«No me entiendes, yo tengo muchos problemas.» «No
te puedes ni imaginar los problemas que tengo en la
vida...» «Es fácil para ti decir cosas bonitas sobre la
vida y el éxito, porque no tienes los problemas que yo
tengo.»
Muchas personas se lamentan de este modo,
porque no ven salida alguna debido a los problemas
que se ven obligadas a afrontar. De hecho, en la vida
los problemas se suceden uno tras otro. La diferencia
está en cómo los encara cada persona y en lo que
aprende de ellos. Una vez que pasamos a aprender
de los problemas, la vida toma otro cariz. Por ello acostumbro a decir a quienes les gusta lamentarse:
-Los problemas son nuestros mejores amigos.
Cuando yo tenía doce años, desapareció el perro de una vecina. Vivíamos en una ciudad entonces
pequeña, y en la comisaría de policía trabajaba un cabo ignorante. La vecina decidió que yo había
robado su perro, cuando ni siquiera sabía que existía. Puso una denuncia y mandaron una citación a
mi padre.
Él me dijo que debía ir a la comisaría. Le pregunté si vendría conmigo y me contestó que el
problema era mío. Yo apenas tenía doce años. Le pedí a mi tío que me acompañara y vino conmigo.
En la comisaría el cabo me acusó de robo y yo lo negué diciendo que ni siquiera conocía al perro.
«Lo has robado», repetía él. «¡No lo he robado!», insistía yo. La discusión se prolongó y el cabo me
trató de atrevido por responderle. Al final, decidió que era culpable y me puso una multa que yo no
sabía cómo pagar. Por aquel entonces, por primera vez en mi vida, había ganado un dinero durante
las vacaciones dando clases particulares a unos compañeros que tenían algunas asignaturas pendientes.
La multa ascendía exactamente a la cantidad que había ganado, y mi padre me dijo que él
no iba a pagarla porque yo tenía mi propio dinero. Así que tuve que usar el primer dinero que gané
para pagar una multa que probablemente no era legal, por un robo que no había cometido. Durante
muchos años consideré a mi padre insensible. Pero, por otro lado, tomé la determinación de ser
económicamente independiente y nunca más tuve que pedirle dinero a nadie. Para mí, aquel suceso
supuso un gran problema. Hoy agradezco a Dios la desaparición del perro.
Los problemas que se nos presentan en la vida nos estimulan a crecer; por eso son nuestros mejores
amigos. Si en su trabajo no hubiera problemas que resolver, usted perdería su empleo. Ya no le
necesitarían. Sólo existe un lugar en el que no hay problemas: el cementerio. Quien allí habita no
tiene ninguno. Para el resto, vivir es afrontar un problema tras otro. El modo como cada cual los
encara establece la diferencia; este es el secreto: el problema en sí no importa, lo que cuenta es en
qué paradigma lo coloque usted.
La realidad, por lo tanto, no existe separada de la percepción que usted tenga de ella.
Siempre es subjetiva. Entretanto, es la mejor amiga que tenemos para llegar al lugar que deseamos.
Vivir es afrontar un problema tras otro.
El modo como usted los encara
establece la diferencia.
Dr. Lair Ribeiro
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